Where the Wild Things Are

Haga un texto de reflexión sobre el cuento Where the wild things are, teniendo en cuenta la historia, la forma de contarlo, la edición, la ilustración y la pertinencia del mismo en un círculo de lectura. 

Usted
que es una persona adulta
- y por lo tanto-
sensata, madura, razonable,
con una gran experiencia
y que sabe muchas cosas,
¿qué quiere ser cuando sea niño?

Aníbal Niño, J (1998) Usted, Preguntario.

Quisiera comenzar reflexionando acerca  del tema del relato. Para un círculo de lectura en el siglo XXI, este tema resulta fundamental, pues deja abierta la llaga acerca del problema de la ausencia de la imaginación (como facultad epistemológica) en el desarrollo de la vida adulta diaria. Si se entiende la imaginación como propia de la niñez, estamos perdidos. De hecho, para comunicarnos con los niños debemos estar a la altura de ellos, y retomar responsablemente caminos que hemos recorrido también y que ellos ahora lo hacen, y no hablo de infantilizarnos, sino de prepararnos para imaginar de nuevo.

La adultez es una bebida que entra muy fuerte, y la niñez queda abstraída, analizada, en una nostálgica memoria y a veces en una añoranza melancólica. La metáfora que forma Where the wild things are, permite pensar en la imaginación como una facultad epistemológica vital, epistemológica en el sentido que permite la creación de imágenes que han facultado al hombre a lo largo de la historia con el poder de descubrir o de estrellarse con los funcionamientos detrás de las cosas, o lo que se llaman, descubrimientos.

En cuanto a la forma como está narrado. El uso del lenguaje audiovisual potencia la polisemia del mensaje. Las imágenes, la voz del narrador y la música, armonizan con las emociones que suscita la historia. La forma como está elaborada la animación recuerda al teatro, a las marionetas; recuerda a algo táctil, en cuanto que parece emitir el proceso mediante el cual se van moviendo o armando las cosas mientras suceden, como una suerte de engranajes de lo animado. (Y todo esto sucede simultáneamente con lo narrado y la música.)

Otro aspecto que me llama la atención es su contemporaneidad, pues el texto audiovisual, seduce al espectador del siglo XXI, llamando su atención por medio de lenguajes propios de su tiempo (el Internet, el cine, etc.).

Por último, en el caso del personaje-niño de Where the wild things are, éste, necesita entender su lugar en el mundo que lo rodea (sea real o no) y por eso elaboró un “orden” de las entidades con las que se convive diariamente. El personaje se aventuró a ello, y volvió refrescado e iluminado a la realidad común, por tanto, volvió dispuesto de un modo distinto.

Al llevar las cosas a lugares insólitos e inauditos por medio de la imaginación, el personaje-niño cambia el significado común de estas cosas y el significado común de estas ya no basta. Las cosas quedan situadas en el mundo de distinta forma, al igual que él. El lector de este relato, queda también desubicado, y luego, situado frente al problema de la falta de imaginación en el mundo contemporáneo.

Alonso Reyv Hernández